La mujer que alimentaba a la pantera aceleró sus pasos por las murallas de San Carlos hasta detenerse a la altura de la estatua de Ory. Y el hombre le devolvió el plumero y salió corriendo. |
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Ilustración Bea CuevasTexto Pepe Maestro |
La mujer que alimentaba a la pantera aceleró sus pasos por las murallas de San Carlos hasta detenerse a la altura de la estatua de Ory. Y el hombre le devolvió el plumero y salió corriendo. |
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Ilustración Bea CuevasTexto Pepe Maestro |