Hebe, amada mía.

Te añoro, quiero que sepas que no hay un minuto del día en el que no piense en ti. Pero sabes que cada cierto tiempo, cansado por las pruebas a las que soy constantemente sometido, me retiro a esta pequeña ciudad.

Gádeira es el sitio perfecto para descansar, te lo aseguro. Aunque ya no se parece en nada al lugar que fundé, tiene mucho encanto. Aunque aún no logro comprender el porqué de los constantes cambios de nombre. Gadir, Gades, Cádiz…

Ya no queda nada de mi santuario, pero sigo disfrutando de largos paseos por la playa y en ellos rememoro pasajes de mi pasado en esta urbe. Cómo terminé con la existencia del malvado Gerión, que con sus tres cabezas intentó trazar un plan para borrarme del mapa.

O como acabé de un garrotazo con le impío culto al sanguinario Moloch, que estaba diezmando a la población de la ciudad.

Pero nada de esto es comparable a lo que me he encontrado en esta nueva visita… ¡Maldigo a Eolo y su progenie ventosa! En especial a Euro, cuyo viento de levante me hace la vida imposible. Nunca me había enfrentado a un enemigo así, cuyas ráfagas casi me llevan a la locura, no me dejan dormir por las noches y hacen insoportable el salir a las calles.

En fin, voy a tomarme una aspirina y a ver si esta levantera pasa ya.Añoro estar entre tus brazos. Dale un beso al pequeño Alexiares.

Firmado tu héroe Hércules.

Texto de Jose Luis Vidal

Guionista, documentalista especializado en cómics y gestor cultural.